Mercurio en Sagitario
Mercurio entra en Sagitario el 29 de octubre. En este signo, Mercurio se encuentra en exilio, lo que significa una debilidad del planeta en astrología tradicional. Un planeta que está en el signo opuesto al que rige está en exilio. Se considera una aflicción y debilita al planeta. Se le puede comparar con alguien que está sufriendo una enfermedad aguda según John Frawley. Y decimos que un planeta en debilidad actúa en el momento inadecuado, con las personas y situaciones incorrectas y no trae nada bueno.
Mercurio el planeta de la lógica, la razón y la comunicación se encuentra domicilio, una dignidad, en Géminis y Virgo. Claro, Sagitario a las órdenes de Júpiter que es la expansión, no ayuda al orden, la meticulosidad, el análisis racional y científico. Júpiter y Sagitario necesitan vastos horizontes y no cajitas pequeñas meticulosamente ordenadas y numeradas.
Efectivamente, la mente de Mercurio en Sagitario fuera lejos, a otros países, a otras culturas, a otras dimensiones. Este vasto horizonte es imposible de ordenar racionalmente, no son dos y dos son cuatro.
Mercurio en Sagitario, lo positivo
Mercurio en Sagitario en lo positivo otorga una psique viva, franca, abierta, magnánima, justa, benévola, de buen humor, leal. Otorga verdadera comprensión y reconocimiento de autoridad, jerarquía y disciplina. Además, una mentalidad organizadora, idónea para dirigir y mandar, exenta de prejuicios, desafecta a todo lo mezquino, y ecléctica en el buen sentido de la palabra
Mercurio en Sagitario, lo menos bueno
Pero su cara b puede ser dependiendo de los aspectos, su posición domal y el estado cósmico de su dispositor, exageradamente sociable, un «deslumbrador» que sabe provocar apreciación inmerecidamente buena de su persona. Anheloso de diversiones. Fanfarronería, falso profetismo o un intelecto incapaz de ir más allá de la esfera de las reuniones y los deportes. Particularmente, desafecto al pensamiento y al trabajo científico exacto.
Mientras Mercurio se encuentre en Sagitario vayamos con cuidado con la comunicación, las compras y ventas, los documentos (no es el momento ideal para firmar nada), los estudios y todo lo que decimos. Intentemos ser prudentes en esos terrenos.
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